- Swami Rama
- La Tradición
- Yogui
- Investigador y Científico
- El Escritor, El Artista
- El Maestro
- Filantropo
- Fundador del Sadhana Mandir Trust
- Fundador del Himalayan International Institute
- Fundador del Himalayan Institute Hospital Trust
Cada una de las numerosas facetas de la personalidad muy especial de Swami Rama representa tan sólo un aspecto de un magnífico diamante, cuyo fulgor refleja humildemente la divinidad que brilla en su interior. Describirle como un yogui, un científico, un filósofo, un filántropo y un poeta místico no proporciona más que un atisbo de la totalidad de la persona extraordinaria conocida como Swami Rama. Demostró de lo que un individuo es capaz, demostró lo que un individuo podría dar a los demás y al mundo. Si hubiera una sola expresión que pudiera definir las actuaciones de Swamiji en el mundo, esta sería: “Servicio desinteresado”. Durante toda su vida, tanto con estudiantes individuales o con comunidades enteras, Swamiji dio y dio sin esperar nada a cambio. Habiendo alcanzado las alturas de la Iluminación espiritual se esforzó, con una energía que parecía inagotable, en lograr la perfección de sus actuaciones en el mundo exterior. Su vida fue una clara demostración del potencial humano para “vivir en el mundo, y sin embargo permanecer por encima de él”.
Por muy impresionantes que resulten sus logros a nivel mundial, no son lo primero que viene a la mente cuando pensamos en él. Lo que recordamos sobre todo es su compasión, su paciencia, su sabiduría y su generosidad. Nos amaba de forma incondicional, esto fue su vida. La labor de Swamiji continúa en el Himalayan International Institute y sus centros afiliados, en el Himalayan Institute Hospital Trust en la India, y en nuestras vidas, en tanto en cuanto nos esforzamos por practicar lo que nos enseñó. El está vivo, brillando suavemente en el corazón de sus estudiantes en el mundo entero.
Un verdadero profesor es aquel que carece de egoísmo y ama a sus estudiantes, incluso más que un padre pueda amar a sus hijos… El Amor Divino de un Maestro no es el amor humano sino que es algo que tan sólo el corazón, y nunca la mente, es capaz de entender. En una Tradición Espiritual Verdadera, el profesor le da tanto al estudiante que la vida del estudiante está inundada y transformada.
Que los cielos derramen sobre vosotros todas las bendiciones, para que podáis crecer y desarrollaros y cumplir con el propósito de la vida. Mis oraciones están siempre con vosotros.
La tradición de Swamiji es una continuidad ininterrumpida durante más de cinco mil años de Maestros de los Himalayas. Las Escrituras de su tradición son los Vedas, las Escrituras espirituales más antiguas en la biblioteca de la humanidad. Las Enseñanzas se transmitieron oralmente al principio. Cada Maestro pasaba el Conocimiento, de forma directa, a aquellos estudiantes de sus estudiantes que estaban preparados. Según esta tradición, el yoga abarca todas las filosofías y prácticas que fueron seguidas alguna vez por los grandes Maestros, no sólo los Maestros de los Himalayas, sino también los del Judaísmo, Cristianismo, Budismo, Zen y Sufismo.
Nacido en Uttar Pradesh, en una familia de Brahmines cultos, Swamiji fue educado desde la niñez por su Maestro, un hombre santo y gran yogui del Bengal, que vivía en las estribaciones de los Himalayas. Se le conocía como Bengali Baba, o simplemente Babaji. Babaji era un yogui de infinita sabiduría y uno de los Maestros más grandes de los Himalayas. El propósito de la vida de Babaji era iluminar a aquéllos que estaban preparados y amar, proteger y guiar a aquellos que todavía se estaban preparando. Si alguien lo recuerda en tiempo de dificultad, siempre ayuda. Hariakhan Baba y el Maestro de Swamiji eran discípulos del mismo yogui que vivía en el Tíbet. Incluso hoy día, en Nepal, la gente de Nainital y Almora cuenta historias acerca de estos dos grandes sabios y sus increíbles poderes para curar y realizar milagros espirituales.
El Maestro de Swamiji quería que éste aprendiera los múltiples métodos y técnicas distintas de yoga. Desde su niñez Swamiji practicó las diversas disciplinas de ciencia y filosofía yoga en los monasterios tradicionales de los Himalayas. De l938 a 1944 enseñó las Escrituras hindú y budista en varios monasterios, luego su Maestro lo envió a muchos otros sabios, yoguis, discípulos y swamis de los Himalayas y de otros lugares. Todos ellos también habían desarrollado y expandido sus capacidades hasta niveles aparentemente milagrosos. Durante toda su niñez y adolescencia vivió y viajó con los santos, yoguis y fakires de Garhwal, Kumaon, el valle de Kangra, Cachemira, Ladakh y Tíbet, con retiros ocasionales en otras partes de la India. Estudió intensamente con muchos Maestros espirituales como Maharshi Raman, Sri Aurobindo, Anandamoyee May y Rabindranath Tagore. Durante este período, tanto los santos como los habitantes de los pueblos lo llamaban Bhole Prabhu o Bhole Baba.
Cuando cumplió 21 años, Swamiji viajó al Tíbet para visitar al Maestro de su Maestro y aprender ciertas prácticas muy avanzadas, como la técnica de parakaya pravesha. Esta es la habilidad de dejar voluntariamente el cuerpo y entrar en el cuerpo de otra persona y luego volver a entrar en el propio. También aprendió algunos métodos de ciencia solar, tantra y Sri Vidya, con el Maestro de su Maestro.
En su libro Vivir con los Maestros de los Himalayas, describe sus primeras experiencias:
“Para mí los Himalayas son mis padres espirituales y vivir allí era como vivir en los brazos de una madre. Me crié en su entorno natural y me inspiraron para vivir un estilo particular de vida….. El amor que recibí de los Maestros es como las nieves perennes que forman los glaciares plateados de los Himalayas y luego se funden en miles de arroyos…. Cada aliento de mi vida estaba enriquecido con experiencias espirituales que para otros pueden ser difíciles de comprender….”“Siendo muy joven me senté al pie del Monte Kailasa y bebí las aguas heladas del lago Manasarovar. A menudo cocinaba las verduras y raíces que la Madre Naturaleza hacía crecer en Gangohi y Kedarnath. Vivir en las cuevas de los Himalayas era muy agradable, y cuando estaba allí, tenía la costumbre de caminar por las montañas durante el día, tomando notas de forma casual, volviendo a mi cueva al caer la noche. Mi diario está lleno de descripciones de mis experiencias con los sabios, yoguis y otros Maestros espirituales de los Himalayas”.
“ Estas montañas fueron mi terreno de juego. Eran las grandes praderas de césped extendidas como si la Madre Naturaleza se hubiera ocupado personalmente de ellas para que sus hijos que vivían en los valles pudieran ser felices, alegres y conscientes del propósito de la vida.
Es allí donde se puede llegar a entender que en la vida no hay lugar para la tristeza, desde la más pequeña brizna de hierba hasta los picos más altos de las montañas”.
A la temprana edad de veinticuatro años llegó a ser Shankaracharya de Karvirpitham en el sur de la India, sucediendo al Dr. Kurtkoti en la posición espiritual más elevada de la India. Se le conocía como Sadashiva Bharati en todo el centro y sur de la India. Tuvo entonces un tremendo impacto sobre las costumbres espirituales de aquellos tiempos. Eliminó formalidades y rituales inútiles, hizo posible que todos los sectores sociales rezaran en los templos y favoreció la preparación de las mujeres para la meditación. En 1952 renunció a la dignidad y prestigio de tan alto cargo, para volver a los Himalayas e intensificar sus prácticas de meditación en los monasterios.
En la tradición de Swamiji se le pide al estudiante que cumpla el requisito de pasar cierto tiempo en la soledad de una cueva. Él vivió once meses en una cueva muy pequeña, sin ver a nadie y sin salir de ella. Se le dejaba la comida en la entrada y para la limpieza corporal hacia vigorosas prácticas de pranayama. Tan sólo un puntito de luz le llegaba a través de un agujero en el techo de la cueva. ¡No había nada que hacer excepto aprender a meditar!. Cuando salió de la cueva tuvo cierta dificultad en volver a ajustarse al mundo exterior.
Después de completar esta práctica muy intensa de once meses de meditación y pranayama, en total aislamiento, salió con la determinación de servir a la humanidad, particularmente llevando las Enseñanzas de Oriente a Occidente y dedicar su vida a la unificación de la ciencia y la espiritualidad. Su Maestro le sugirió que podía ayudar a acercar la ciencia oriental y occidental mediante el trabajo con psicólogos y médicos que estudiaban los fenómenos mentales y físicos.
“La voz del silencio canta para mi y esta música es el eco de la armonía interior de la humanidad y del universo. Estos sonidos ¡cuan maravillosamente llenos están de vida, de variedad y de emoción verdadera!. La música que llega del exterior no es sino un pálido eco de esta armonía interior. Cuando uno aprende a tener oído para oír, entonces oye la música de la eternidad.
Desde el horizonte lejano más allá del mundo, a menudo llega la voz sosegada y me recuerda que el Espíritu interior es la Unica Realidad y que la Realización de este Espíritu es el secreto de la vida. Medita, medita, medita.”
“Cuando todo tu ser está saturado de pies a cabeza con la idea de amar, entonces cada poro de tu cuerpo se despierta a la conciencia cósmica. En mi experiencia, una y otra vez he estado fusionado con el misterio del amor y nunca he podido explicar lo que era”.
“El gran don del silencio vale mucho más que todas las palabras dichas por el ser humano”.
Animado por su Maestro, Swamiji empezó su tarea estudiando filosofía y psicología occidental y enseñando filosofía oriental en varias universidades occidentales. Recibió sus diplomas en Bangalores, Prayaga, Varanasi y en Inglaterra, en la Universidad de Oxford. Se graduó en el colegio de medicina de Darbhanga. Trabajó como médico en Londres y siguió investigaciones de parapsicología en Moscú. Luego volvió a la India donde creó una clínica y un ashram en Rishikesh.
Más tarde se fue a Japón, donde conoció a Yokadasan, director espiritual de Mahikari, una organización espiritual con cientos de miles de seguidores. Yokadasan había tenido muchas visiones de un sabio de los Himalayas. Cuando le presentaron a Swamiji, Yokadasan le abrazó con reverencia y le dijo: “Le esperaba. Confío que me dará las Enseñanzas secretas de los Maestros de los Himalayas”. Swamiji vivió en su casa seis meses y enseñó a varios grupos espirituales en Tokio, Osaka y otras ciudades.
En l969 Swamiji se fue a Estados Unidos, invitado por el Dr. Elmer Green de la Fundación Menninger de Topeka, Kansas, como asesor en un proyecto para investigar el control voluntario de estados involuntarios. Su intención era ofrecer su caso a la ciencia.
“Estoy haciendo est, no para exhibirme como mago o superhombre, sino para enseñar que si uno controla su mente puede controlar sus funciones corporales, incluyendo los sistemas supuestamente involuntarios como el respiratorio y el circulatorio. Esto se hace a través del sistema nervioso autónomo, que tiene que ver con el desarrollo de la mayoría de las enfermedades psicosomáticas”.
Inició la síntesis de las tradiciones orientales y occidentales con un trabajo de investigación en la Fundación Menninger. Participó en experimentos que ayudaron a revolucionar el pensamiento científico acerca de la relación entre el cuerpo y la mente, y asombró a los científicos con sus demostraciones hechas mediante la verificación del laboratorio. Demostró el control preciso y consciente de las respuestas físicas autónomas y del funcionamiento de la mente, cuando previamente se consideraba imposible.
Bajo estas condiciones científicas, Swamiji demostró su habilidad para conseguir que su corazón dejase de bombear sangre durante diecisiete segundos y provocó una diferencia de temperatura de diez grados entre varias partes de la palma de la mano. En una demostración, utilizando su poder mental, hizo girar una aguja de aluminio de catorce pulgadas puesta sobre una vara a un metro y medio de distancia.
También produjo y mantuvo a voluntad unos patrones específicos de ondas cerebrales según se lo pedían. Primero generó patrones de ondas cerebrales que estaban caracterizadas sobre todo por ondas beta; luego produjo ondas alpha que suelen asociarse con un estado de relajación. Finalmente pudo demostrar la producción de ondas theta. Estas ondas se relacionan con estados inconscientes, en contraste con las ondas alpha y beta que se asocian a estados conscientes.
Mientras producía estas ondas, Swamiji parecía estar en un estado de sueño profundo. Sin embargo era capaz de recordar todo cuanto había ocurrido en la habitación durante el experimento. Esta técnica se llama yoga nidra: y consiste en un estado de sueño consciente durante el cual se puede grabar todo cuanto está ocurriendo alrededor y recordarlo después. Yoganidra es un estado más allá de los estados de vigilia, ensoñación y sueño; está entre el estado de sueño y turiya. La capacidad de la mente está muy expandida en este estado y la facultad intuitiva se halla reforzada.
“Estas cosas, de hecho, son muy sencillas” dijo Swamiji en una entrevista para el diario Tribune de Chicago. “Lo que no entendemos nos creemos que es un milagro, pero no es nada de eso. Lo que intento enseñar es que todos nosotros tenemos la capacidad de hacer estas cosas.
El secreto consiste en girar hacia dentro y explorar la propia mente inconsciente. El inconsciente controla tanto la mente consciente como el cuerpo”. Levantó el dedo. “Imaginad que mi dedo es la mente consciente y que el resto de mi cuerpo es el inconsciente. Veis, la mente consciente no es más que una pequeñísima parte de la totalidad de la mente, y lo que hasta hoy no hemos aprendido todavía es cómo utilizar esta totalidad”.
Se han publicado informes de su trabajo en el Anuario científico mundial de 1974, en el Anuario científico de la Enciclopedia Británica, en el Anuario Científico de la Naturaleza de Time-Life de l973 y en muchas otras publicaciones. Periódicos y revistas en todos los Estados Unidos informaron acerca de estos experimentos.
A través de su labor con la Menninger Foundation ayudó a fomentar el uso del biofeedback como modalidad terapéutica. Igualmente sirvió de base a los programas de control del estrés de salud holística. Además creó interés sobre la capacidad humana de experimentar niveles de conciencia no reconocidos anteriormente.
Fue el primer yogui que se sometió a métodos científicos modernos a fin de examinar sus estados de conciencia durante altos niveles de meditación. Cuando se le entrevistó para el Anuario Científico Mundial de l974, explicó que podía controlar su corazón y arterias y producir a voluntad diferentes clases de ondas cerebrales porque “todo el cuerpo está en la mente, pero no toda la mente está en el cuerpo”.[/
Swamiji es el autor de numerosos libros. Varios han sido traducidos a diferentes idiomas del mundo entero. Su contribución a la literatura incluye comentarios profundos de grandes obras espirituales como el Bhagavad Gita y los Upanishads; guías prácticas para la aplicación de la antigua sabiduría de oriente a los campos de la psicología y de la salud; una interpretación poética del Ramayana de Valmiki en dos volúmenes, una colección profundamente personal en prosa poética de sus propias experiencias espirituales; y un relato muy inspirador de sus experiencias con los grandes Maestros que guiaron su vida y su desarrollo espiritual, “Living with the Himalayan Masters”. En este libro, Swamiji narra historias de acontecimientos milagrosos de los cuales fue testigo y de los que tuvo experiencia en su juventud.
Las traducciones de Swamiji de varios de los principales libros espirituales del Sijismo representan tan sólo el principio de su dedicación al tarea de demostrar la verdadera naturaleza del Sijismo, y le valieron el respeto de las comunidades Hindúes y Sij en el mundo entero.
Por sus excelentes contribuciones a la literatura espiritual del Sijismo la Fundación Guru Nanak, de Nueva Delhi, le otorgó el premio Swaropa.
Igual de hábil con un pincel que con la pluma, sus pinturas y su poesía reflejan la chispa divina interior. Pero también era músico bien entrenado y dotado. Su libro “Indian Music” representa un aspecto de sus esfuerzos para que el sistema clásico de música hindú resulte de fácil acceso al mundo occidental.
En sus escritos y enseñanzas Swamiji animó a los lectores y oyentes a desarrollar su capacidad de servicio desinteresado y a dedicarse al bienestar tanto de sus comunidades y naciones como de la humanidad entera.
“Soy un mensajero entregando la sabiduría de los sabios de los Himalayas de mi tradición. Mi labor consiste en presentaros al Maestro que está en vosotros”
Cuando le pidió a su Gurudeva consejo acerca de su viaje a Occidente, su Maestro le contestó:
“Liberarse de todo miedo es el primer mensaje de los sabios de los Himalayas. El segundo mensaje es darse cuenta de la Realidad interior. Sé espontáneo y conviértete en un instrumento para enseñar espiritualidad sin ninguna confusión con religión o cultura. Todas las prácticas espirituales deben confirmarse científicamente, si la ciencia tiene la capacidad para hacerlo. Que la Providencia te guíe”.
Swamiji siguió las instrucciones de su Maestro, ofreciendo su conocimiento y su sabiduría a Occidente, con amor, abundancia de energía e infinita paciencia, se dedicó sin sombra de egoísmo a ayudar a miles de estudiantes a vivir con habilidad en el mundo y al mismo tiempo les enseñó a girar su mente hacia dentro a través de la meditación. Sus enseñanzas combinan la espiritualidad oriental con las terapias occidentales modernas. Aunque tuvo un contacto intenso con pensadores religiosos y un amplio conocimiento de las tradiciones espirituales del mundo entero, Swamiji no enseñó ninguna doctrina religiosa en particular. Era un libre pensador, guiado por su propia experiencia y sabiduría interior y animó a sus estudiantes a hacer lo mismo. El profundo amor de Swamiji por su antigua tradición espiritual se reflejó en su vida y en su labor. Durante casi treinta años dio conferencias en el mundo entero en monasterios, iglesias, universidades y escuelas de medicina. Podía ser severo y filosófico, pero tenía un vivo sentido del humor y bromeaba a menudo. Por encima de todo era eminentemente práctico. La gente venía a verle esperando recibir alguna enseñanza esotérica que los transformara por arte de magia, y él lo que siempre les enseñaba era a sentarse erguidos, a comer y respirar correctamente y a conseguir que su vida fuera menos estresante. “Empezad donde estéis”, les decía, “Sed pacientes y avanzad a base de practicar sistemáticamente”.
Podía citar pasajes sublimes de las antiguas Escrituras, pero la mayor parte de las veces simplemente le recordaba a la gente:
“ No sois vuestro cuerpo, ni vuestros sentidos, ni vuestras emociones o pensamientos. Sois una ola de lo Eterno e Inmortal. Daos cuenta de esto. No os preocupéis. Sed felices en todas las circunstancias. Dad. Amad a todos. No excluyáis a nadie. La vida es como una procesión que se precipita por un camino estrecho. Tan sólo encontrad vuestro camino y pasad”.
Su consideración no sectaria y universal de la vida y las Enseñanzasque impartió era aceptada por todas las comunidades religiosas de distinta fe, haciendo de él una fuerza de unión entre Oriente y Occidente.
Como firme creyente en el valor de la educación. Swamiji ofreció innumerables becas a estudiantes pobres que lo merecían. Ayudó a muchos estudiantes para que tuvieran la oportunidad de seguir estudios superiores en el extranjero.
Estableció un fondo del cual muchos estudiantes recibieron becas para realizar estudios universitarios. Construyó y fomentó una universidad de ciencias cerca de Lansdowne en los Himalayas. También fundó una biblioteca para la Universidad Garhwal en Lansdowne.
Swamiji inició muchas otras labores de solidaridad en la India y en el Nepal, incluyendo escuelas, enfermerías, un dispensario gratuito para leprosos en Kampun y, KHEL, una organización que provee educación y alimento para los niños de familias afectadas por la lepra.
El 20 de octubre de l991 un terrible terremoto sacudió las estribaciones de los Himalayas, incluyendo los distritos de Uttarkashi y Chamoli, que fueron los más afectados. Murieron cientos de personas, decenas de miles perdieron sus casas y se produjeron grandes deslizamientos de tierra. Al principio las víctimas recibieron mucha ayuda gubernamental. De forma trágica, sin embargo, estos esfuerzos no tardaron en ser frenados por formalidades burocráticas y políticas. El número de muertos aumentaba y cientos de miles de personas no tenían ni comida, ni agua, ni cuidados médicos, ni ropa, ni donde resguardarse del intenso frío.
Swamiji se esforzó activamente para proporcionar alivio. Llamó a todas las puertas posibles para asegurar la ayuda adecuada y la rehabilitación de las víctimas. Como resultado de sus esfuerzos, el gobierno central le dio su apoyo más firme.
En reconocimiento a su servicio desinteresado en la India, en los Estados Unidos y en el mundo entero, Swamiji recibió premios y honores. En l977 se le honró con el Premio Martín Buber por su servicio a la humanidad; en l982 recibió el premio de la Gandhi Comunity. Ya en l986 Swami Rama era reconocido ampliamente como una destacada figura internacional y el Centro para el Diálogo soviético-americano le invitó a participar como delegado en una conferencia internacional de líderes religiosos que iba de Moscú a Leningrado, Kiev y Varsovia para promocionar las enseñanzas de paz interior como una expresión de paz a escala mundial. En l988 se le otorgó el Premio Shiromani por su servicio a la humanidad.
Era miembro de la International Platform Association, de la Asociación Internacional de Escritores, de Oxford y de la Sociedad de Poesía en la India. También la Sociedad de Poesía de Chicago le honró. Recibió el Premio Jawaharlal Nehru del Instituto NRI en Londres. En l990 fue nombrado Doctor Honoris Causa en Sabiduría Divina por el New Seminary.
Swami Rama fue también incluido en Who’s Who de la Sociedad de Autores y Escritores, en el Who’s Who de los Logros Humanos y en el Who’s Who de los Intelectuales Internacionales.
En l966, Swami Rama estableció el Ashram Sadhana Mandir Trust a orillas del Ganges, en las estribaciones de los Himalayas. Como Centro Internacional para el estudio y la práctica de la meditación, el Ashram ofrece programas personales adaptados a cada uno, para estudiantes de cada nivel. Se organizan también para individuos y grupos retiros especiales de meditación y seminarios avanzados sobre textos antiguos de filosofía. También se ofrece un programa residencial de un mes de duración para profundizar seriamente en los escritos de Swami Rama.
En l970 Swamiji fundó el primer Himalayan Institute of Yoga Science and Philosophy en Kanpur, U.P. India. En l971 fundó el mismo Instituto en Estados Unidos, con el fin de crear los medios para enseñar las experiencias de su antigua herencia.Desde sus principios humildes en Chicago, en una casa alquilada en el suburbio de Barrington, Illinois, el Himalayan Institute se expandió hasta incluir centros ramificados por todos los Estados Unidos, además de otros centros internacionales en Alemania, Inglaterra, Curacao, Trinidad, Italia, Malasia, Singapur y Canadá. En mayo de l975, el Himalayan Institute compró su primera casa en propiedad, en Glenview, Illinois. En el otoño de l977, la sede general se estableció en su lugar actual, Honesdale, Pennsylvania.La sede central está en un campus de 422 acres al abrigo de las colinas ondulantes de los Montes Pocono, al noroeste de Pennsylvania. Allí las actividades educativas, terapéuticas, editoras y residenciales del Instituto están rodeadas por vistas espectaculares de colinas y valles llenos de bosques. Las actividades de imprenta y distribución del Himalayan Institute producen numerosos libros y revistas que tratan de salud holística, psicología, yoga y otros temas relacionados con la Conciencia y el bienestar físico. El Instituto también publica la revista “Yoga International”.
El Himalayan Institute Hospital Trust es un proyecto de 350 millones de dólares, para la salud y el desarrollo rural, ubicado cerca de Dehradun, en el distrito de Garhwal, en las estribaciones de los Himalayas, y está diseñado para cubrir las grandes necesidades sociales, económicas y médicas de millones de personas que habitan en esta región. También proporciona a otras zonas de la India y al mundo un modelo de desarrollo integral de salud, educación y avance rural que es, a la vez, caritativo, no lucrativo y sin embargo autosuficiente.
Swamiji empezó este proyecto en l989 con una clínica de pacientes externos. En menos de una década hizo de su visión una realidad, con un centro médico que incluye un hospital ultramoderno de 500 camas, una facultad de medicina, una escuela de enfermería, un instituto para el desarrollo rural y un centro de salud holística.Entre los servicios ofrecidos por el hospital se encuentran: un servicio de emergencia y cuidados intensivos de 24 horas, un laboratorio de referencia patológica, quirófanos modernos, un departamento completo de radiología que incluye resonancia magnética, scanner, mamografía, ultrasonidos, etc. Las especialidades incluyen: medicina general, cirugía, oncología, obstetricia, ginecología, pediatría, pulmón y corazón, urología, neurología, EMT, oftalmología, dermatología, planificación familiar, odontología, ortopedia, homeopatía y rehabilitación. La inauguración de la Facultad de Medicina el 7 de octubre de l995, marcó el principio de una nueva era en el desarrollo de los estudios médicos en la India. Es la primera facultad de medicina privada en el estado de Uttar Pradesh. Reconocida por el Colegio de Médicos de la India, es un modelo especial de educación para el país. El énfasis está puesto en: una formación médica orientada hacia la comunidad y enfocada a la asistencia sanitaria preventiva, promocional y curativa; proveer un nuevo tipo de formación médica y asistencia sanitaria a mediante la incorporación de una base espiritual de la vida a la tecnología moderna; entrenar a los estudiantes en el arte de la medicina, de acuerdo con los estándares internacionales. El Instituto para el Desarrollo Rural incluye programas que se extienden a 250 pueblos, localizados en tres distritos, a través de clínicas móviles y centros satélites con especial énfasis en la salud, alfabetización, planificación familiar y promoción de las mujeres.En la India este Instituto tiene el propósito de ser un depósito de la antigua sabiduría. La Ciudad de la Medicina integrará técnicas antiguas y modernas dirigidas a la curación. Los antiguos Maestros de los Himalayas eran expertos en el arte de curar y hay muchas técnicas sanitarias que han sido practicadas en los Himalayas durante siglos. Ha llegado el momento de poner estas experiencias en conocimiento de la ciencia y la medicina moderna, para que puedan ser investigadas a fondo y utilizadas en beneficio de todos.
“Durante años he intentado entender todo el mecanismo humano y porqué las personas sufren enfermedades. La mayor parte de estas enfermedades son psicosomáticas en un 70 a 80 por ciento de los casos.Las enfermedades psicosomáticas son más poderosas que las enfermedades físicas”.
“La salud holística se refiere a toda la entidad. Hoy en día la gente no sabe mucho acerca de la medicina preventiva, la dieta y la nutrición. No se dan cuenta de que un ser humano no es sólo un cuerpo, sino que también respira y piensa”.
Nuestro enfoque es ocuparnos de la persona entera –la totalidad: el cuerpo, el aliento, los sentidos, la mente y el Centro de Consciencia del cual la mente saca su poder de pensar, de sopesar y de decidir. Hemos de aprender a estudiarnos a todos los niveles, no buscando tan sólo el bienestar físico, sino también el mental y espiritual. La base de la salud holística es entender el propósito de la vida y aprender como lograr este propósito. Sin este entendimiento, el individuo siempre experimentará un sentido de vacuidad e insatisfacción en su interior.